Todos necesitamos una “Tribu” en la que ser aceptados tal cuál somos y en la que sentirnos apoyados para resolver cualquier malestar, cualquier conflicto que surja en nuestra vida.
En mi caso, tengo la fortuna de pertenecer a una gran tribu compuesta por mi familia y por mis amigos (que son mi familia extensa). Llena de alegría, de enfados, de preocupaciones, de anhelos, de logros, de miedos, etc., en resumen, llena de vida. Con nuestros jóvenes, adolescentes y niños de todas las edades, juntos, formamos una gran tribu.
Los modelos de familia han ido cambiando a lo largo de estos últimos años. Ahora en nuestra tribu hay también familias monoparentales, familias con dos papás o con dos mamás, familias de segunda vuelta con hijos de otro papá o de otra mamá, etc., etc.
Yo no tengo hijos pero sí un amor incondicional por la tribu que es mi familia (tanto sanguínea como añadida). Creo profundamente que, sea cual sea el modelo de familia, si existe amor y tiempo para conversar, para escuchar y se escuchado, para estar los unos con los otros, si cada uno tiene espacio para ser él mismo y es aceptado tal como es por los demás, cualquier cosa es posible, cualquier persona puede llegar a desarrollarse y llegar tan lejos como quiera.
En la vida, las cosas no siempre son tan idílicas, ni tan fáciles como nos gustaría. Surgen dificultades, inquietudes, miedos que nos condicionan y es entonces cuando, como familia, podemos perder el equilibrio. Si tenemos la suerte de pertenecer a una tribu, esta nos sustentará, nos apoyará, nos dará ánimos, sugerencias, nos sostendrá y prestará su ayuda cuando la necesitemos.
Todos tenemos una cosa en común: sea tradicional o un nuevo modelo, sea armónica o desequilibrada, grande o pequeña, unida o desunida, etc. Todos, de origen, tenemos familia y eso me hace pensar que de algún modo pertenecemos a la misma tribu.
Tengo también la fortuna de que mi profesión está estrechamente ligada con mi pasión. Mi trabajo como coach y terapeuta me brinda la oportunidad de conocer a mucha familias que en un momento puntual se sienten bloqueadas o atrapadas por alguna situación que se les hace difícil resolver por sí mismas y que me permiten el privilegio de poderlas acompañar durante un tiempo para que puedan alcanzar la situación deseada.
Así surge este espacio, coaching de familia, que tiene como objetivo ser un lugar en el que encontrar apoyo en la crianza y educación de los hijos, resolver dudas encontrando las respuestas en uno mismo, confiando en la sabiduría interior que todos tenemos, en el instinto de padres (padre y madre). Un espacio en el que poder compartir puntos de vista y experiencias, en el que puedas descubrir que no estás solo/a y que tu realidad es mucho más habitual de lo que puedas pensar y en el que salir empoderado/a.
En coaching de familia podrás encontrar la calma necesaria para descubrir respuestas y vuestro propio camino como familia para resolver cualquier situación que os impida lograr el bienestar en vuestra familia.
A través de:
- El acompañamiento personalizado, mediante sesiones de coaching familiar.
- Reflexiones e informaciones compartidas en los artículos del blog en los que puedes también expresar tu opinión.
- Los encuentros con otras familias: padres, niños, adolescentes que se dan en mis eventos: charlas, talleres, etc.
Desde aquí, te animo a que participes, a que formes parte activa de este espacio y ¡te doy la bienvenida a tu tribu!
SESIÓN INFORMATIVA GRATUITA
Puedes solicitar una sesión informativa gratuita para conocernos e informarte sobre nuestra manera de acompañarte para resolver tu/vuestro problema, la estimación aproximada de la duración de la intervención y resolver cualquier duda que pueda surgirle al respecto.