Como padres, una de las primeras cosas que hacéis es enseñar a vuestros retoños a dar las gracias, ya desde pequeñitos, cuando alguien les dice algo bonito o les regala un caramelo, etc. se oye a los padres decir: “ ¿Qué se dice?” en el mejor de los casos el niño contesta …Gracias.
Sí, es un gesto que a los que sois padres o tenéis relación habitual con niños seguro que os suena familiar.
Esta frase (que he puesto en el título) me la prestó hace años una de mis grandes maestras Mónica Gligli para poner fin a uno de mis primeros talleres en los que mostraba a los asistentes algunas de las declaraciones importantes que hacemos en la vida.
Dar las gracias es una de ellas. Y nos aporta alegría en la vida. La alegría es básica para conseguir el bienestar (como podréis leer en mi próximo post).
A todos nos parece que es un criterio acertado enseñar buena educación a los hijos y que sean personas capaces de dar las gracias y decir de nada.
Pero ¿cuántos de vosotros os habéis parado a pensar en la importancia de dar las GRACIAS desde el corazón?
Gracias a la gente que nos ha ayudado a estar donde estamos, a ser quienes somos, gracias por todos aquellos que tenemos alrededor y que queremos y nos quieren, gracias por las cosas que nos pasan tanto las buenas que nos hacen felices como las “malas” que nos ayudan a crecer y a superar nuestros miedos, nuestras limitaciones, gracias por un día maravilloso, incluso gracias a la vida como cantaba mercedes Sosa (aquí tenéis una versión de Sole Giménez preciosa).
Seguro que la respuesta que me dais, es sí, sí yo lo hago a menudo, dar gracias desde el corazón (¿o no?).
Y los que es más importante,
¿cuántos os habéis parado a pensar en la importancia de mostrar a vuestros hijos lo que es la gratitud en la vida?
El camino más rápido para que ellos agradezcan desde el corazón es servir de modelo, que nos vean, que se rían de nosotros si quieren , pero que lo respiren, que lo escuchen, que lo sientan desde el corazón …
Nosotros seremos más felices siendo agradecidos y, al mismo tiempo, enseñamos a nuestros hijos con nuestro ejemplo diario.
La gratitud es importante para crear buenas relaciones ya que con esta declaración comunicamos, expresamos el reconocimiento a los demás y estos al mismo tiempo nos reconocen a nosotros (cosa que siempre es agradable, como mínimo)
Aquí os dejo una pequeña “prueba científica” de cómo influye la gratitud en la felicidad de las personas. Pero antes quiero dar las GRACIAS públicamente a Silvia Ecua “McFly” sin ella ni este video que me sugirió estaría aquí, ni este blog tal como es ahora sería posible. Gracias Silvia.
¡Espero que os guste!
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