¿Cuántas veces os reís en tu casa? ¿Sois una familia que, en general, estáis alegres? ¿Te has parado a pensarlo…?. Quizás estés diciendo:”qué importancia tiene esto…” yo te contesto: mucha, muchísima. ¿Quieres saber por qué?
Si miramos la definición de alegría leemos que:
“Es un estado interior fresco y luminoso, generador de bienestar general, altos niveles de energía y una poderosa disposición”.
Y siendo así,
¿no consideras que estar alegres debería ser uno de los valores fundamentales de cualquier familia, la tuya incluida?
Si es así, igual te estás preguntando, ¿cómo lograrlo?, pues la respuesta es que depende de cada persona (ya sea adulto, niño, adolescente…) pero seguramente coincidirás conmigo en que el sentirse querido, escuchado, motivado, seguro, etc. es una gran fuente de satisfacción.
En la familia podemos tener alegría por un logro conjunto o de alguno de los miembros, alegría solo por el hecho de estar juntos, de disfrutar juntos… o alegría simplemente como celebración de la vida.
Con eso no quiero decir que no tenga que haber momentos serios, tristes, de enfado, etc. Todos ellos, en su justa medida, contribuyen a lograr la armonía y el sano desarrollo de tu familia, pero en el ranking de puntuaciones la alegría debería figurar habitualmente en uno de los primeros puestos.
Revisa tu lista de cosas que contribuyen a que el nivel de alegría sea más o menos alto:
- La comunicación que existe entre los diversos miembros de la familia.
- La capacidad de respetar las necesidades de cada uno de vosotros y de encontrar en el equilibrio entre todas.
- El tiempo de calidad que pasáis juntos: jugando, viendo la televisión, disfrutando de los amigos y otros familiares, haciendo cosas que os gusten…
- Los estados de ánimo habituales en casa.
- El nivel de autoestima y autoconfianza que tenéis.
- Ser agradecidos de corazón en vuestra familia es un buen camino para aumentar la alegría. En mi anterior post «¡Cuando en las raíces hay gratitud en el tronco y en las ramas hay alegría!» hablo de ello.
- Etc.
¿Qué os puede impedir estar alegres?
No hace falta que ocurra nada disfuncional, como puede ser una enfermedad, problemas económicos, etc.… tan sólo que la rutina, la falta de tiempo, las prisas, el dar las cosas por sentadas, el olvidarnos de “escuchar” al otro hagan que la comunicación no sea fluida y una espesa niebla de mal humor, nervios e incluso sentimiento de soledad invadan la casa.
- No bajes la guardia… porque la alegría, el humor es la mejor medicina para lograr el bienestar de tu familia.
- Tenéis todos los recursos a vuestro alcance, confía en tu profunda sabiduría.
Desde este espacio iré abordando aspectos en la familia que pueden mermar la alegría y poco a poco desvelaremos las herramientas necesarias para lograr que las risas se oigan a menudo en tu casa.
Aun así si crees que necesitáis un pequeño empujoncito puedes pedir ayuda, compartir en este espacio…
Y no olvides que :
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