¿Qué tienes en casa para cuando alguien está pocho desde el punto de vista emocional? Descubre 6 recursos para levantar los ánimos y consolar a los tuyos.
Cuando tienes niños y/o adolescentes en casa, no dudas en tener un botiquín de emergencia para cualquier incidente leve que pueda afectar a la salud: tiritas, Betadine o yodo, Apiretal, Dalsy, aspirinas, jarabe para la tos, etc.
¿Por qué no tener un botiquín para las heridas del corazón?
Puede que te preguntes a qué heridas me refiero y qué es lo que hay que tener en el botiquín (e incluso puede que te estés cuestionando si realmente es necesario).
Heridas cotidianas:
- desengaños (no ha ocurrido lo que yo esperaba)
- miedos (a la oscuridad, a hacer algo por primera vez, al mosntruo de las galletas, a no gustar a los otros…)
- inseguridades (no sabré hacerlo bien, no soy tan «wuays» como ellos, igual me equivoco…)
- una pelea con los amigos.
- un grito de papá o de mamá.
- una frustración (no me han dejado hacer lo que quería, no he podido estar en el parque tanto rato como mis amigos, no me han dado lo que pedía…)
- vergüenza (me han hecho salir a la pizarra, he tenido que hablar delante de clase, me he caido en el patio…)
Botiquín casero de primeros auxilios:
- Abrazos
- Besos
- Mimos
- Escuchar
- Dedicar tiempo a hablar del tema
- Fuera prisas
- más abrazos, más besos, más mimos…
¿Cómo andais de esto en tu casa? ¿en qué vais escasos?
Te sugiero una primera cosa a revisar, cuanto tiempo al día dedicas a escuchar cómo le ha ido el día a tu hijo (o a tus hijos) y en qué momentos lo haces.
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