¿Tenéis un/una adolescente en casa y de un tiempo aquí está irreconocible? No sabéis que fue de aquel niño o niña obediente que teníais hace pocos meses. Descubre qué le está pasando y qué te pasa a ti.
¡Hace dos meses que tengo una desconocida en casa!
Así de radical me explicaba una amiga, con cierto punto de desespero, el cambio que estaban sufriendo en casa con su hija “adolescente recién estrenada” y curiosamente al poco tiempo salió en La Vanguardia un artículo de Susana Quadrado que se titulaba “posesión diabólica” en el que explicaba, según mi opinión con mucha gracia, algo parecido, es decir, la situación que se da en muchas familias cuando un hijo entra en la adolescencia.
El periodo de la adolescencia en muchas familias (no siempre ocurre así) suele implicar una revolución de magnitudes impredecibles, no entraré ahora a detallar todo lo que ocurre a lo largo de este periodo (en este blog, iré escribiendo a menudo sobre ello porque los adolescentes me fascinan, por las grandes posibilidades que tienen ante sí), pero sí me pregunto,
¿desde dónde estás mirando como padre o madre cuándo tu hijo/a se convierte en un adolescente?
Partiremos de la idea de que cada uno de nosotros es un observador del mundo diferente (es lo que nos hace personas únicas e irrepetibles) nuestra historia, nuestras emociones, etc. nos hacen ver las cosas de una forma u otra y en función de cómo las vemos, de los juicios/opiniones que nos hacemos actuamos también de determinadas maneras…
Así pues te pregunto,
¿desde dónde miras cuando te ves sorprendido por los cambios de conducta de tu hija/o adolescente?
¿Sigues mirándolo cómo tu niñita o niñito pequeño que de repente se ha transformado en algo irreconocible?
Si es así, seguro que te espera un periodo duro y lleno de enfrentamientos y desacuerdos…
Y si te preguntas:
- ¿en qué observador del mundo se está convirtiendo esa persona maravillosa es tu hijo/a?
- ¿qué ha cambiado en su mirada que le hace actuar de forma diferente?
- ¿qué trasformaciones están ocurriendo, cómo está cambiando su forma de ver el mundo…?
El secreto está en dejar de mirar desde tu ombligo, desde tu idea preconcebida de él/ella e intentar ver desde la curiosidad, desde la fascinación de ir descubriendo un ser que se abre al mundo (con todos los conflictos que ese hecho implica, que no son pocos).
Ja,ja,ja ya lo sé, decirlo es muy fácil pero hacerlo… Lo sé, pero inténtalo y comprobarás como poco a poco sin más estrés del estrictamente necesario (junto con otros recursos que iremos viendo en otros post) verás transformarse al patito feo adolescente en un majestuoso cisne digno de hacerte sentir orgulloso/a.
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