Puede que para ti convertirte en padre/madre haya sido un hito en tu vida, la culminación de tu realización como persona. Quizás has descubierto que eres capaz de querer, de dar más amor de lo que nunca hubieras imaginado, de repente te has vuelto mucho más generoso/a, o sencillamente sientes que ser padre/madre es un paso lógico y natural en su vida y lo vives con total naturalidad y tranquilidad…
¿Puedes imaginar tu vida ahora sin tus hijos? ¿recuerdas lo que era estar sin ellos?
Aunque en líneas generales resulta satisfactorio y aporta plenitud en la vida, el hecho de tener hijos puede enfrentarte también a pensamientos cómo: “a mí nadie me había explicado que…”, “nadie nos ha enseñado a ser padres”, “estoy agotado/a y no puedo ni quejarme…”, etc.
Cada familia es un universo particular pero los problemas que surgen ante los hijos (tanto si son pequeños como si son adolescentes o más mayores) suelen ser muy parecidos (mucho más cuando existe algún hecho que rompe con la dinámica habitual de la familia, como: separaciones, nuevos nacimientos, adopciones, reconstitución de la familia, incluso pérdidas por muerte de algún miembro, etc.):
- La relación entre hermanos o entre padres e hijos genera conflicto, nos estamos peleando todo el día.
- No sé cómo poner límites a mi niño/a, hace lo que quiere.
- Mi hijo/a no quiere estudiar, ¿qué hago?
- Se pasan el día con los abuelos y éstos imponen su criterio aún cuando estamos nosotros.
- Me siento culpable porque no puedo dedicar mucho tiempo a mis hijos porque tengo que trabajar.
- No nos entendemos, hablamos idiomas diferentes.
- Tenemos que elegir colegio, ¿cuál será el más indicado?
- Etc., Etc.
Es posible que te hayas identificado con alguna de estas situaciones y, si es así, puede que hayas compartido tus inquietudes con otras familias, en el parque mientras los niños juegan, en la salida del colegio, etc. O puede que transites por el camino de la vida como padre o madre en solitario sin compartir ni pedir ayuda a nadie.
Cuando observas qué qué te pasa, cómo te sientes en tu rol de padre o madre, en qué situaciones te puedes encontrar que te saquen de tu “zona de confort” o, lo que es lo mismo, de allí donde ya lo tenías todo controlado, como decía, cuando eres capaz de observar todo esto sin duda estás adquiriendo un autoconocimiento clave para empoderarte en tu vida.. También sirve conocer qué pensamientos y emociones suelen aparecer y qué acciones vas emprendiendo para ir solventando los retos como /padre o madre que te pone la vida.
La avalancha de informaciones que existen hoy en día sobre cómo ser buenos padres/madres no hacen más que añadir confusión y sentido de culpa y, en muchos casos, aumentar el nivel de exigencia con uno mismo alcanzando cotas máximas de estrés y agobio. Así que lo importante, como decía Richard Gerver en la contra de la Vanguardia, es que los padres/madres tenéis que tener más confianza en vuestro propio instinto. Y tengáis la certeza de que lo haceis lo mejor que sabéis, con todo vuestro amor (y eso ya es mucho).
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